La salud es el pilar básico de la felicidad, sin embargo, la salud como tal es imprevisible e incierta en tanto que una enfermedad hace acto de presencia en el momento más inesperado. De ahí, la importancia de aprender a disfrutar el presente y valorar el momento sin planificar más de lo debido el futuro.
Pero también es verdad, que el cuidado de uno mismo también favorece la salud. Por ejemplo, es esencial evitar el consumo de tabaco que produce un efecto nocivo no sólo en el fumador sino también en el fumador pasivo. Por otro lado, conviene reducir la toma de bebidas alcohólicas. También, es esencial hacer deporte y estar en forma.
La revista Saber Vivir de esta semana ofrece unas pautas esenciales para reducir el riesgo de tumores:
- En la dieta diaria debe aumentar el nivel de fruta y disminuir la cantidad de grasa. La fruta es ideal para el postre de la comida o la cena y también para el desayuno. De hecho, los expertos recomiendan tomar una media de cinco raciones diarias de fruta. Por otra parte, también es esencial reducir la cantidad de azúcar en las comidas.
- Durante los últimos años, los especialistas ponen especial hincapié cada año en el abuso del sol. Una situación que se agrava todavía más en verano cuando muchas personas que se van de vacaciones disfrutan en la playa sin tener en cuenta que la piel tiene memoria. Por ello, es fundamental utilizar protección solar. Para obtener información sobre la protección adecuada puedes consultar con tu farmacéutico habitual. Pero sobre todo, evitar tomar el sol durante las horas de máximo calor es la mejor forma de prevenir el riesgo de tumores. Cada año, son diagnosticados 4000 casos de melanoma como consecuencia de los rayos solares.
- Algunos deportes como el yoga, el taichí o la meditación son esenciales para luchar contra los efectos que produce el estrés. Algo fundamental puesto que la ansiedad y el estrés también pueden ser causa de otra enfermedad más grave ya que producen emociones como la rabia y la tristeza.
- Para luchar contra el cáncer de mama la prevención es esencial puesto que si la enfermedad se localiza en su fase inicial entonces el porcentaje de curación es muy alto. Además de la mamografía anual que se debe realizar cualquier mujer a partir de los 45 años también se debe realizar una exploración mamaria frecuente.
