La varicela está provocada por un virus. Por tanto se trata de una enfermedad de orden infeccioso que se presenta de forma habitual en los niños afectando también a los adultos que no hayan sufrido sus efectos en el pasado.
La varicela es contagiosa a través del moco o de la saliva cuando se tose o se estornuda; cuando se tocan las ampollas nuevas u objetos contaminados. El contagio puede producirse desde dos días anteriores a que aparezca la erupción hasta que todas las ampollas estén en la fase de la formación de costra.
Síntomas principales
- Erupción con granos y vesículas rojas que forman costra al cabo de unos días.
- Picor intenso que también afecta a la cabeza, la boca y la garganta.
- Algunas décimas de fiebre.
- Estado general decaído.
- Es muy importante que consulte a su médico si durante el período de embarazo ha estado cerca de una persona con varicela y usted no la ha padecido nunca.
- La misma recomendación es válida para personas con las defensas bajas o enfermedades inmunitarias.
Recomendaciones generales
- Para calmar el picor realice baños de agua tibia y avena coloidal. Secar suavemente y no frotar. También puede ser eficaz la loción de calamina.
- Evite el exceso de calor y no permita el rascado.
- Si es un niño pequeño corte sus uñas para evitar que se provoque lesiones con el rascado.
- Si hay dolor en la boca, ofrecer alimentos blandos como helados, flanes, zumos, sopas, etc…
- Administrar paracetamol para tratar el dolor de la boca o de la garganta. Evite la aspirina y siga las recomendaciones de dosificación de su médico.