El deporte es una actividad muy gratificante y que siempre debería acompañarnos, sea cual sea nuestra edad, debido a sus innumerables beneficios conocidos por todos, tanto a nivel físico como psicológico.
En la mayoría de deportes, especialmente los que se centran en las capacidades físicas (atletismo, fitness, musculación, etc.), el deporte supone más que una actividad: se toma como un reto personal y se marcan objetivos a conseguir por medio del entrenamiento continuo.
Una de las principales causas de lesiones y otros problemas de salud es el sobreentrenamiento, o lo que es lo mismo, entrenar por encima de nuestras posibilidades.
¿Cómo sabemos si estamos pasando el límite aconsejable?
Normalmente percibimos varios síntomas en nuestro cuerpo como pueden ser: disminución del rendimiento, cansancio, estancamiento en nuestros objetivos, tendencia a lesionarse fácilmente, aumento del pulso en reposo, falta de apetito, insomnio, dificultad para concentrarse, etc.
Si observas varios de estas características en tu cuerpo y da la casualidad de que últimamente estás entrenando mucho, ya sabes donde buscar tu problema.
Para recuperarte adecuadamente, tienes que seguir los consejos lógicos que no te lleven a este desgaste excesivo.
Lo primero que debes hacer es respetar los tiempos de recuperación que te pide el cuerpo, y eso incluye tomarse un día de descanso total a la semana (mínimo) y dormir al menos entre siete y ocho horas. También es importante ponerte un límite y planificar de antemano tu programa de entrenamiento para evitar la extenuación física, y, no menos importante, seguir una dieta natural y equilibrada.
Finalmente, debemos comentar que la manifestación del sobreentrenamiento excesivo puede variar no sólo en los sujetos, sino también en base a la época del año en que nos encontramos. El atleta tiene más posibilidades de desarrollar los síntomas durante la etapa del calendario en que más compita, y que requiere un mayor estado de trabajo físico, o bien cuando se practican varios deportes de forma simultánea.