El tétanos es llamado comúnmente trismo, se trata de una enfermedad que afecta a los músculos y los nervios de nuestro organismo. El tétanos se caracteriza por la rigidez en los músculos, generalmente los de la mandíbula y el cuello que luego se va trasladando hacia otras partes del cuerpo. Cuando la enfermedad se complica con problemas respiratorios puede provocar la muerte, también puede suceder si esta involucrado el sistema cardiovascular.
Si bien, gracias a las vacunas, no es muy habitual en zonas medianamente desarrolladas, el tétano ataca a personas mayores y a trabajadores que habitan en zonas rurales, los que se encuentran en contacto con el estiércol de los animales y no tengan las vacunas adecuadas.
Las personas que no se encuentran vacunadas pueden contraer el tétanos por un corte o una herida que no haya cicatrizado bien. No es necesario que la herida se encuentre infectada, también se contrae mediante heridas limpias. Mediante diferentes procedimientos quirúrgicos, picaduras de insectos, infecciones dentales. Afortunadamente el tétanos no se contagia de persona a persona.
La bacteria que provoca el tétanos se encuentra en el medio ambiente y en zonas contaminadas de estiércol de animales y heces humanas.
El periodo de incubación de esta enfermedad es de ocho días aproximadamente, en algunos casos puede ser más corto. Cuando los periodos son más cortos se asocian a heridas contaminadas.
El tétanos se puede complicar. En esos casos se producen espasmos en las cuerdas vocales y en los músculos ligados al sistema respiratorio causando problemas en la respiración normal.
Otras consecuencias pueden ser la fractura de la columna vertebral o diferentes huesos largos, como consecuencia de la rigidez muscular, puede aumentar la presión arterial, provocar latidos anormales. Infección generalizada, mala coagulación de los vasos sanguíneos.
La muerte ocurre en el 11 por ciento de los caso, en especial en personas mayores de los 60 años o personas no vacunadas.