Tratamientos naturales para la hepatitis

La hepatitis es una inflamación que se produce en el  hígado, puede ser causada por un virus, alcohol, fármacos, tumores, entre otros.  Existen diferentes tipos de hepatitis, las más comunes son la A, B, C y D.

El hígado es el depurador  más importante que tiene el organismo, por lo cual a la hepatitis se la relaciona directamente con la incapacidad de depurar, es decir sanar, o de eliminar un exceso de emociones negativas.

Cuando se padece esta enfermedad es muy importante evitar las comidas grasas, el alcohol y la cafeína. Y como suele reducirse el apetito y las digestiones se hacen muy pesadas se recomienda comer poca cantidad y al menos cinco veces al día.

Es importante evitar algunos alimentos como la leche de vaca y el zumo de naranja y se deben consumir aquellos que sean fáciles de digerir, que aporten muchos nutrientes y que se asimilen de la mejor manera como el polen, la jalea real, las algas y la levadura de cerveza.

También se pueden aplicar cataplasmas de arcilla cada dos o tres horas, excepto por la noche que se cambia tan solo una sola vez. Este ayuda a desinflamar el hígado y favorece en el tiempo de recuperación.

El cataplasma de arcilla beneficia, además, para evitar el stress y el ejercicio abusivo, ayuda a dormir, ya que durante este padecimiento las horas de sueño suelen alterarse por los continuos dolores.

Entre algunos tratamiento para la hepatitis se pueden realizar aquellos relacionados a la fitoterapia, por ejemplo se pueden ingerir Cardo mariano y Desmodium, estas son dos plantas que fortalecen al hígado ayudándolo a disminuir las transaminasas y favoreciendo la regeneración hepática.

Otras plantas beneficiosas son el Rábano Negro, Boldo y Alcachofera y la  Echinacea y el Própolis o Propóleo, ya que también ayudan a poder combatir el virus.

Siempre se recomienda antes de comenzar algún tratamiento natural consultar con un  médico de confianza, terapeuta u otro profesional de la salud que sea competente para quitar cualquier tipo de duda.