Una combinación de datos indica que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es útil en los ancianos con depresión mayor o menor, distimia, o síntomas depresivos, pero también lo son otros tratamientos, según investigadores británicos.
Las personas mayores que recibieron TCC mostraron una reducción en sus síntomas de depresión en comparación a los pacientes que no recibieron TCC o recibieron el «tratamiento habitual “. Sin embargo, la TCC no fue más efectiva que otros tipos de tratamiento (como, por ejemplo, la terapia conductual o la terapia psicodinámica breve) o el apoyo social (por ejemplo, un grupo de discusión o la educación).
La terapia farmacológica y la TCC son actualmente los tratamientos más recomendados para los adultos deprimidos de cualquier edad. Sin embargo, la mayoría de los ensayos clínicos se han realizado en las poblaciones más jóvenes.
Los datos combinados en el nuevo informe provienen de 23 ensayos aleatorios en los que la edad media fue de 68,4 años.
Los pacientes que recibieron TCC fueron comparados con un grupo de control activo de personas que estaban involucradas en actividades que incluían la terapia de apoyo, la psicoeducación y grupos de discusión; y con otro grupo de control no-activo (recibían el “tratamiento habitual” o ningún tratamiento)
En general, al final de la intervención, con medidas clasificadas por los pacientes y los clínicos, la TCC fue significativamente más eficaz en la reducción de los síntomas depresivos en comparación con la del grupo de control no-activo. Sin embargo, el efecto no fue mayor que en el grupo de control activo.
De todas maneras, los hallazgos sugieren que cualquier forma de terapia de conversación (y no sólo específicamente la TCC) o un apoyo social puede ser beneficioso para las personas mayores con depresión.