Quemadores de grasa

Con este nombre se conoce a los suplementos dietarios que en teoría ayudan al cuerpo en la disolución de las grasas. Tanto su composición como efectividad pueden variar de marca a marca.

La acumulación de grasa es uno de los principales problemas que afecta a los hombres y mujeres de países industrializados, donde la alimentación no es tan saludable producto de comida chatarra y excesos de lípidos en su elaboración.

La grasa localizada en el abdomen es la más vinculada a problemas cardiovasculares. Numerosos estudios marcan que el tamaño del abdomen está ligado a estos trastornos. Un sobrepeso bien distribuido tiene menos riesgos que uno localizado únicamente en abdomen.

Aquí aparecen los quemadores de grasas, muchos de estos actúan oxidando grasas e inhibiendo el apetito.  Dentro de los más usados tenemos a: L-carnitina, esta aumenta el consumo de grasas con el consiguiente ahorro de glucógeno muscular durante el ejercicio; colina e inositol, su acción es acelerar la formación de fosfolípidos ambos forman parte de las vitaminas del complejo B; efedrina, es un vasopresor y broncodilatador, este se usa para contrarrestar la debilidad causada por dietas mal diseñadas pero posee efectos secundarios por lo que debe estar bajo supervisión medica; triyodotironina, es una hormona que se usa para aumentar el funcionamiento de la glándula tiroides y es usada para acelerar el metabolismo pero también debe ser supervisada ya que puede producir graves consecuencias si se exceden en el consumo; fenfluramina, esta droga actúa estimulando primariamente el centro de la saciedad y secundariamente deprime el centro de alimentación; y la última sustancia llamada clenbuterol es utilizado para reducir niveles lipídicos e incrementar la masa muscular, este medicamento es usado principalmente contra el asma por lo que sus efectos citados son secundarios y a la vez presenta efectos adversos como hipotensión, taquicardia y cefaleas por lo que su uso debe ser controlado por médicos.