La tos es un mecanismo de defensa que se produce por la contracción espasmódica repentina de la cavidad torácica que produce la liberación del aire de los pulmones a través de la boca, dando lugar al característico sonido.
Como ya sabemos, se puede producir de forma voluntaria e involuntaria. Cuando se da de este último modo suele estar relacionada con gripes y resfriados.
Pese a que, como hemos comentado, la tos actúa como mecanismo de defensa, en ocasiones puede resultar muy molesta e incluso impedir el descanso normal del sujeto afectado.
Si la situación perdura en el tiempo, se puede pedir cita para que nos revise el doctor, que nos dará su punto de vista y nos aconsejará qué hacer en estos casos, pero mientras tanto, no está de más conocer algunos remedios caseros y totalmente naturales para luchar contra la molesta tos.
Si la tos no es muy dura y cargada, un truco que suele funcionar es el de cortar un trozo de cebolla y dejarlo reposar por la noche al irnos a la cama, situándolo cerca de nuestra almohada.
En el caso de la molesta tos seca, es normal que nos deje la garganta irritada, en ese caso podemos probar lo siguiente: verter en un vaso agua con una cucharada de miel y zumo de limón, y calentarlo hasta que notemos como la miel se despega del fondo. Beber despacio. De esa forma suavizaremos nuestra garganta.
El siguiente truco, aunque no muy agradable para todo el mundo, también puede resultarte eficaz: consiste en comer cada 3 o 4 horas un diente de ajo.
Otro remedio que puede funcionar contra la tos es preparar un zumo de zanahoria bien caliente para tomar después de las comidas. Se recomienda no beberlo todo de golpe.
El último truco casero que compartimos por hoy es el de hacer gárgaras con agua salada (para ello, introduce una pizca de sal en un vaso lleno de agua), que te ayudarán a controlar los síntomas del resfriado y la tos.
Esperamos que estos pequeños remedios os sean de utilidad.
Otro truco que a mí me funciona siempre es tomar una cucharada de aceite de oliva con un poquito de azúcar.